Eliminar el aceite del aire comprimido es una parte fundamental del proceso de compresión que asegura la calidad del aire y un funcionamiento fiable.
El separador de aceite adecuado cumple con su función con una resistencia al flujo mínima, lo que permite mantener baja la presión y minimizar el arrastre de aceite.
La conexión a tierra integrada evita la acumulación de electricidad estática y el riesgo de incendio.
Mientras que el coste de un separador original equivale a una fracción del coste total de un compresor, el riesgo de tener que sustituir las piezas dañadas puede equivaler fácilmente a un 40% del valor del compresor.
Cada caída de presión de 1 bar en el separador provoca un aumento del 7% en el consumo de energía que se refleja en su factura energética.
Un separador de aceite genérico está diseñado con unas especificaciones amplias para que se pueda utilizar en diferentes tipos de equipamiento.
Puede provocar varios problemas si lo instala en su compresor. Al no estar diseñado para las condiciones de trabajo y las presiones interiores de su compresor, puede sufrir un desgaste más rápido y una vida útil más corta.
Una resistencia al flujo excesiva puede provocar caídas de presión que suponen un coste energético más elevado. Si la separación es insuficiente, el aire contendrá partículas de aceite que pueden contaminar sus equipos aguas abajo. Si un separador genérico no cuenta con conexión a tierra, la acumulación de electricidad estática podría provocar un incendio.